yo

Buenas tardes a todas y todos,

Comparto un caso cercano aunque no personal, una adolescente que vivió situaciones de bullying en el colegio por parte de una compañera, fue aislada progresivamente por esta compañera del resto de amigxs que tenía la adolescente, hasta depender únicamente de ella, los profesores empezaron a notar y alertar a la madre sobre la dominación y abuso que se veía ya que le hacía las tareas y se encontraba aislada en los recreos, por lo que la adolescente se alejó de la compañera.

Inmediatamente empezaron los ataques con comentarios ofensivos en el colegio por parte de la compañera, luego recibió ataques continuos en redes sociales, desde usuarios falsos, haciendo referencia a condiciones estéticas de su cuerpo y vestimenta, a tal punto que tuvo que bloquear totalmente su presencia en redes sociales.

Con el tiempo supimos que la adolescente era parte de las Diversidades y esta información fue aprovechada por la compañera para aislarla y abusar de la relación de confianza.

Casos como este (lamentablemente) van naturalizándose y si no hemos sido capaces de abordar la violencia y la violencia de género, la gestión preventiva de la violencia digital de género luce es aún más desafiante, con la cultura, dinámicas y velocidad de interacción y conducta y que se vive en RRSS, en una condición de vulnerabilidad el impacto es mayor.

Esas fueron las palabras con las que Rocío Camargo inició su día, las mismas que se convertirían en un mensaje constante durante tres largos años.

La historia que la llevó a este punto, había comenzado unos meses atrás cuando decidió iniciar una relación sentimental con un hombre que le aseguró era soltero y sin compromisos, porque hacía poco tiempo había terminado una relación; le presentó a sus familiares, amigos, y la involucró en su vida.

Sin embargo, este hombre tenía un ramillete de mujeres con las que salía y definitivamente no había terminado la relación con su pareja, una mujer que por celos, rabia y dolor, empezó a acosar a Rocío. Tomó las fotos de su Facebook y creó alrededor de ocho perfiles falsos, consiguió su número telefónico y la llamaba de día y de noche para insultarla y amenazarla.

Esta es una historia por la que pasan muchas personas a las que la vida se les convierte en una pesadilla por el asedio que sufren en las redes sociales y en el entorno digital, y es que, aunque el auge de Internet, la posibilidad de acceder a equipos móviles y las redes sociales, han propiciado el avance de la sociedad y el acceso a oportunidades educativas, laborales, empresariales y de globalización, también se han vuelto en un espacio en donde reina el anonimato que da la oportunidad para expresar opiniones sin filtro y, escondidos detrás de una pantalla, acosar, amenazar y destruir.
A este fenómeno se le llama violencia digital y consiste en utilizar medios como correo electrónico, aplicaciones de mensajería, redes sociales, videojuegos, aplicaciones de citas y en general, los espacios en los que se puedan publicar contenidos, como foros, blogs, páginas web, etc., para hostigar, violentar, amenazar, insultar, irrespetar la privacidad, suplantar la identidad y difundir información falsa para socavar el buen nombre, entre otras acciones.

Cuando estaba en la universidad cursando mi primera carrera, tuve la oportunidad de presenciar de cerca un caso de sextorsión. Una amiga, cuyo nombre prefiero omitir, mantenía una relación de tres años con un chico de la carrera de Informática, desde que eran compañeros de colegio. Al ingresar a la universidad, ella eligió Odontología y él, Sistemas. Lo que en un principio era una bonita relación, se transformó con el tiempo en una dinámica tóxica, caracterizada por constantes peleas, celos excesivos, manipulación y otros comportamientos negativos, tal como se conoce este tipo de relaciones en la actualidad.
Un día, al salir a tomar algo, noté que ella estaba muy angustiada. Al conversar, logré convencerla de que se abriera conmigo y me contara lo que le pasaba. Me explicó que había terminado con su novio hacía dos semanas y que, por casualidad, se habían encontrado el día anterior. Él le había dicho que aún la quería, que la extrañaba, etc. Ella me contó que había puesto fin a la relación porque él la había abofeteado y que, desde ese momento, no quiso tener ningún contacto con él. Sin embargo, cuando se encontraron nuevamente, él, luego de pedirle las cosas “de buena manera”, comenzó a tratarla mal y a amenazarla con publicar en redes sociales las fotos íntimas que se habían enviado (lo que hoy se conoce como ‘nudes’). Su primera amenaza fue que las subiría a las redes sociales y luego se las enviaría a sus padres, quienes son cristianos. Ante esta situación, mi amiga, sin saber qué hacer, decidió volver con él.

Yo le aconsejé que afrontara la situación de manera adecuada y que lo mejor era decir la verdad a sus padres. Le aseguré que juntas encontraríamos una solución y que no permitiríamos que él siguiera extorsionándola. Al final, después de dos semanas, todo se resolvió gracias a un grupo de amigos del colegio militar que fueron a hablar con él y lo intimidaron. Le hicieron borrar todas las imágenes y le advirtieron que si volvía a molestar a mi amiga, ellos tomarían represalias. Quizás no fue la forma más adecuada de solucionar el problema, pero se logró poner fin a la situación. Han pasado cuatro años desde entonces y ese chico nunca más la ha molestado.

Sin embargo, aproveché la oportunidad para recomendarle a mi amiga que tuviera mucho cuidado con el tipo de contenido que compartía con sus futuras parejas, ya que uno nunca sabe cómo pueden reaccionar y cómo podría afectar su imagen y la de su familia.

Buenos Días.
No tuve malas experiencias en mi persona ya que siempre estuve cauteloso de las redes sociales.

Hola a todxs. Durante la pandemia mi madre que es una mujer de casi 65 años y poco tecnologizada, me pidió que le abra una cuenta en Facebook. Todo bien, le di las “instrucciones mínimas de seguridad digital” pero bueno, caso omiso de ellas, empezó a agregar a mucha gente, entre estos desconocidos. Pasaron unas semanas y logré escuchar un grito escandaloso, cuando le pregunto que fue lo que pasó, me dice: “mirá! este asqueroso maldito” y sucede que le habían enviado en un mensaje un pack de fotos de un hombre viejo “en pelotas” y claro que se sintió violentada, y en parte puede ser responsable por agregar a personas que no conoce. Esta experiencia como la de todos y todas siempre marcan nuestras nuevas conductas en el ejercicio digital que tengamos: cerciorarnos de la información que tenemos, para quienes la tenemos dispobible y los riesgos que conllevan ingresar a la gente a nuestra vida digital.

“Tengo una amiga, llamémosla Ana. Ella estaba saliendo con un tipo, Carlos, y al principio todo parecía ir bien, pero con el tiempo las cosas cambiaron. Carlos empezó a volverse más celoso y controlador. La cuestión es que el mejor amigo de Carlos, Miguel, tiene bastante poder en la universidad; él puede acceder a los expedientes y mover influencias.
Un día, Ana decidió que ya no podía más y quiso terminar con Carlos, pero ahí comenzaron las amenazas. Carlos le dijo que si lo dejaba, Miguel iba a desaparecer sus papeles de la universidad, lo que retrasaría su titulación o, incluso, podría hacer que lo perdiera todo. No solo eso, también le advirtió que iba a publicar unas fotos privadas que compartieron cuando estaban juntos. Le dijo que las pondría en internet para que cualquiera las viera.
Imagínate cómo se siente mi amiga, atrapada. No solo tiene miedo de perder todo lo que ha logrado en la universidad, sino que también teme que esas fotos se hagan públicas. Está entre la espada y la pared: no quiere seguir en esa relación, pero tampoco quiere arriesgarse a perder su carrera o ser humillada públicamente.”

Buenas tardes,
El único caso de violencia digital que he pasado, ha sido el de recibir videos íntimos de otra persona sin mi conocimiento, al mismo tiempo que fui testigo del caso de violencia digital que le sucedió a una chica de la universidad a la que iba.

Un día, estaba reunida con mis amigas estudiando para un examen, cuando de repente, a las 3 nos agregaron a un grupo de whatsapp llamado “perro”, fuimos agregadas por un número que ninguna conocía, pero en ese grupo habían muchos participantes que eran de nuestra misma universidad. Unos minutos después, enviaron 3 videos, cuando abrimos el primero, vimos que se trataba del video íntimo de una chica que estaba en otra carrera de nuestra universidad, al darnos cuenta, inmediatamente cerramos el video y nos salimos del grupo. En ese momento, a las tres nos parecía increíble lo que había pasado, nos daba la impresión de que era alguien que buscaba vengarse de ella por algún motivo, ¿como era posible que alguien se de el trabajo de adquirir un nuevo número que nadie conozca, cree un grupo y agregue a mucha gente que la conoce solo con el propósito de exponerla?.

Un tiempo después, una de mis amigas habló con ella y le contó que la persona que había hecho esto fue su ex, en venganza por haber terminado la relación. Después de eso no sabemos si se tomo alguna medida, sin embargo, la persona que público los videos seguía tranquilamente pasando clases en la universidad hasta que se graduó.

Buenas tardes a todxs, es doloroso, indignante el contar y leer los diferentes casos de violencia digital en el foro. Sin embargo, siento que también esta acción sirve para visibilizar las diferentes formas y realidades que personas afrontan en su vida cotidiana este tipo de violencia. El caso que contare a continuación, es reciente y paso con mi hermana. Hace poco tuve que contenerla, ella estaba pasando por un tipo de hostigamiento con su ex pareja a través de las redes sociales después de terminar la relación. Me comento que después de terminarla, su ex pareja cada vez que tomaba la llamaba, le escribía por todas las redes sociales realizando violencia psicológica, su ex lanzaba una serie de amenazas y palabras duras sobre ella. Al final mi hermana decidió bloquearla de todas las redes sociales. Sin embargo, esta persona aun la seguía contactando por otras cuentas y números de celulares, con la misma actitud violenta. Según entiendo, aún seguía recibiendo mensajes de su ex, pero todo empeoro cuando mi hermana tuvo otra relación. Su ex contacto a la nueva pareja de mi hermana y la empezó tanto a ella como a mi hermana a acosarlas, hubo momentos donde esta ex violenta, iba a la casa de mi hermana a buscarla en estado de ebriedad. En ese momento, recién mi hermana busco ayuda y me conto. Al ser una persona muy cercana a mí, no sabía cómo ayudarla, más que intervenir o ir con mi familia a encontrarla a esta ex. Sin embargo, esta acción hubiese puesto mas en riesgo a mi hermana, así que hablamos con ella y respetamos su decisión, además de brindarle el apoyo, le brindamos información sobre este tema y le pasamos información sobre colectivos que apoyan a victimas de violencia digital.

En la universidad, una estudiante fue víctima de violencia digital por parte de su pareja, quien ejercía un control excesivo sobre sus actividades diarias. Él la obligaba a llegar a casa en un tiempo determinado después de sus clases y, si no lo hacía, le preguntaba sobre dónde había estado. Durante el día, la llamaba frecuentemente para confirmar que estaba en la universidad antes y despues de cada clase, exigiéndole que compartiera su ubicación por whatsapp cada cierto tiempo para controlar.
Además, le pedía fotos como prueba de que había llegado a su casa después de clases. ella, muchas veces se sentia presionada, con un estado de ansiedad constante y, para evitar peleas, comenzó a mentir. En varias ocasiones, todavía estando en la universidad, le enviaba fotos tomadas previamente en su casa o pedia fotos a algunas amgas para mandarselas, ya que temía las reacciones de su pareja si no cumplía.
El utilizaba la tecnología para controlar, monitorear y restringir la libertad de la estudiante, generando un ambiente de ansiedad y dependencia emocional, mientras que por las redes sociales ambos se publicaban lo felices que estaban juntos y lo ideal que era su relación. Fui testigo de manera esporadica de esta relación y sempre me asombro como ella accedia a ese control y al preguntarles porque lo dejaba su respuesta fue “Asi yo tambien puedo controlarlo”

Hace un tiempo resonaba en medios digitales que en Estados Unidos una Joven que usaba dispositivos digitales en este caso el “Metaverso” donde la victima relata que fue acosada verbalmente y sexualmente. mediante el uso de estos avatares digitales, la adolescente fue acosada por otros usuarios en la misma plataforma. Al ser en un espacio digital nuevo como el metaverso, no se tiene datos de la investigación

Desde mi experiencia, una vez me llego mensajes de un joven que me envió fotografía de sus partes intimas, y me dijo si me parecía que eran grandes, al comienzo me asuste y por supuesto que lo bloquee, pero seguramente no solo me envio a mí, fue bastante incómodo. Otro caso fue en el Whattsap en el que enviaron a un grupo de whattsap videos pornográficos, de personas teniendo relaciones sexuales y mujeres desnudas, realmente me sorprende como las personas cuentan con videos íntimos con facilidad, y van ofendiendo y burlandose del cuerpo y la imagen de niñas y mujeres 🥺

Buenas noches, yo en lo personal no he sufrido violencia de genero digital ya que siempre he sido cautelosa con lo que publico, comparto o veo. Sin embargo tengo conocimiento de una conocida que paso por algo parecido. Ella comento, compartio sus preferencias, intereses y su opinion sobre una figura social muy conocida y luego le llovieron mensajes de odio y amenazas de personas que no estaban de acuerdo con lo que dijo, tambien estas personas llegaron a revisar sus redes donde vieron las fotos que compartio, subio y también la llegaron a criticar por como se veia fisicamente. Hay que tener mucho cuidado de donde dejamos nuestros comentarios, las cosas que publicamos y la información que compartimos, ya que estas cosas pueden llevar al acoso o bullying cibernetico.

Un caso de violencia digital de género en Bolivia que ha tenido gran relevancia es el acoso y difusión de contenido íntimo sin consentimiento . En varios casos, mujeres han sido víctimas de la difusión de imágenes o videos íntimos por exparejas o desconocidos, lo que ha causado graves consecuencias emocionales, sociales y profesionales. Este tipo de violencia digital no solo afecta su integridad psicológica, sino que perpetúa el control sobre sus cuerpos y su reputación, exponiéndolas a la estigmatización y la vergüenza pública. Un ejemplo destacado es el caso de la periodista Paola Belmonte , quien denunció la filtración de imágenes personales sin su consentimiento, lo que desencadenó una campaña de desprestigio en redes sociales. A pesar de las denuncias, la respuesta legal y el apoyo institucional han sido insuficientes, lo que refleja la falta de herramientas efectivas para abordar este tipo de violencia digital en Bolivia. Este tipo de casos revela la necesidad urgente de fortalecer las políticas de ciberseguridad y proteger a las mujeres frente a estas formas de agresión, que son cada vez más comunes en el entorno digital.

Buenas noches, me parece que un caso de violencia digital de género sería el caso de la muchacha que fue asesinada en Caranavi, se adecúa según mi criterio por los video que fueron subidos a las redes sociales sobre el asesinato como tal.

Tenía una amiga que fue muy activa en redes sociales, compartiendo su trabajo y pensamientos. Un día, después de opinar sobre un tema político, empezó a recibir mensajes ofensivos. Al principio, solo eran comentarios desagradables, pero pronto se volvieron amenazas de violencia. Sus fotos fueron alteradas y difundidas sin su permiso, y comenzaron a circular rumores falsos sobre su vida privada.

Lo que más la impactó fue la difusión de una imagen íntima, que había compartido con alguien en quien confiaba. Ver esa foto en las redes fue devastador. Clara denunció el caso, pero el daño ya estaba hecho. Los mensajes no paraban y ella decidió ce

Este tipo de agresión, conocida como violencia digital de género, no solo la afectó emocionalmente, sino también en su entorno laboral, ya que muchos dudaban de su capacidad profesional tras los ataques. La violencia digital la obligó a callar, pero decidió contar su historia para visibilizar un problema que afecta a muchas mujeres.

El caso que comparto sobre la violencia digital de género se refiere a las agresiones que sufren las mujeres inmersas en espacios políticos y que realizan incidencia política en diversas plataformas virtuales. En primer lugar, se observa cómo son atacadas simplemente por el hecho de ser mujeres. En segundo lugar, se desprecian los comentarios que ellas emiten sobre diversos temas, y en tercer lugar, son cosificadas, recibiendo comentarios como: “¿Qué hace ahí? Debería estar en su casa limpiando o atendiendo a su marido”.

A menudo, en estos espacios no hay una persona específica a quien denunciar, ya que este tipo de agresiones suelen provenir de perfiles falsos, creados con el único propósito de desestabilizar la autoestima y menospreciar la formación de las mujeres que participan en la política.

Puedo describir los espacios digitales como una “tierra de nadie”. Aunque cada plataforma establece normativas para restringir ciertos abusos, es fácil crear otro perfil falso y continuar atacando, lo que alimenta la violencia digital de género y en mi caso que pongo a consideración, en las mujeres inmersas en la política.

Personalmente el caso de violencia digital de género que más escucho, en los noticieros y diarios locales, es donde la expareja varón comparte en diferentes redes sociales (correo electrónico, facebook, whatsapp, telegram, etc.) detalles íntimos de la relación con la mujer, con el afán de humillar, dañar su imagen y perjudicar futuras relaciones.
No recuerdo haber escuchado de un caso al revés, donde la mujer difunde detalles íntimos de su expareja.
Saludos,

En Bolivia, el abuso sexual a través de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) se ha identificado como una de las principales formas de violencia digital que enfrentan las mujeres. Este tipo de violencia incluye principalmente amenazas de difusión de contenido íntimo, publicación no consentida de material sexual, extorsión y exigencia de encuentros físicos bajo coacción.
Según una encuesta realizada por el Centro S.O.S. Digital, los datos son alarmantes: de 1000 mujeres encuestadas, el 45% indicó haber sido víctima de la difusión de información falsa para desprestigiarlas, el 26.4% reportó la publicación no consentida de fotos y el 21.4% señaló que se difundieron imágenes de ellas en su círculo cercano.
Esta problemática ha sido visibilizada por la Fundación Internet Bolivia, que ofrece recursos y herramientas para prevenir y combatir la violencia digital en el país.

En Bolivia, el abuso sexual a través de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) se ha identificado como una de las principales formas de violencia digital que enfrentan las mujeres. Este tipo de violencia incluye principalmente amenazas de difusión de contenido íntimo, publicación no consentida de material sexual, extorsión y exigencia de encuentros físicos bajo coacción.
Según una encuesta realizada por el Centro S.O.S. Digital, los datos son alarmantes: de 1000 mujeres encuestadas, el 45% indicó haber sido víctima de la difusión de información falsa para desprestigiarlas, el 26.4% reportó la publicación no consentida de fotos y el 21.4% señaló que se difundieron imágenes de ellas en su círculo cercano.
Esta problemática ha sido visibilizada por la Fundación Internet Bolivia, que ofrece recursos y herramientas para prevenir y combatir la violencia digital en el país.

Cuando de repente alguien sin autorización mía, viene y me graba con su celular y lo difunde en redes sociales. Ésta acción atenta mi privacidad por tanto considero que es violencia digital de género.

Cuando alguien de la comunidad LGBTQ+ es agredido en los comentarios de su video en redes.

Hace un año leí la información de un caso de violencia digital que fue perpetrado por un ex estudiante del Instituto Politécnico Nacional de México, quien aprovechando sus conocimientos descargo sin autorización fotografías de alumnas del instituto y las modifico con sistemas de inteligencia artificial (IA) para venderlas como contenido explícito a través de plataformas digitales.
Lo que me sorprendió fue que el mismo artículo de prensa menciona que en la tablet del acusado se encontró
más de 20,000 fotografías intervenidas con IA sin el consentimiento de las víctimas. Y que este contenido era vendido por canales privados como Telegram entre otros.
Todo esto me lleva a preguntarme si en nuestro país está pasando cosas similares y si las autoridades correspondientes tienen los mecanismos para evitar todo esto.

Escuché el caso en la ciudad de La Pa, de una movilidad que se estacionó cerca a una Unidad Educativa, ofreciendo internet gratuito. Una estudiante se conectó a la red y las personas de la movilildad al contar con acceso a toda la información de su celular, lograron descargar un foto de la estudiante, casi desnuda y la amenzaron que si no salía del colegio e iba donde se encontraban ellos, expondrían la foto en las redes sociales. La jovencita preocupada, hizo lo solicitado y la ingresaron en la movilidad, la llevaron a un lugar alejado y abusaro de ella

Conozco un caso que ocurrió el año 2017, aun siento mucha impotencia de no haber podido hacer nada en ese momento. En el colegio que estudie, existió difusión de contenido intimo de compañeras mediante grupos de WhatsApp que manejaban los adolescentes varones de la promoción grabando con y sin consentimiento. Este contenido llego a subirse a paginas con ese tipo de contenido y las autoridades del colegio NO HICIERON NADA, muchas de las compañeras incluyendo mi persona reclamamos y manifestamos nuestra molestia de que no se tomen cartas en el asunto y recaiga responsabilidad a los compañeros que subieron ese contenido perjudicando a las compañeras emocional y psicológicamente. Los padres de familia se pronunciaron y la respuesta era que “esos actos no sucedieron en el colegio y por eso no le competen”, recuerdo que por todo lo mencionado un profesor nos dijo “que pena lo que esta pasando, por eso tienen que cuidarse chicas, no usen short, cuando salgan de educación física pónganse sus busitos” y el daño causado a esas amigas duro mucho tiempo. Hoy en día se encuentran bien pero fue un proceso muy duro para ellas.

Una amiga muy cercana se acaba de enterar que su ex novio hace años publicó fotos y videos en una página de pornografía, lamentablemente al entrar a ver ella borró el contenido (ya que se enteró teniendo acceso a un correo creado por el para descargar juegos para el hijo que tienen en común)

Hola a todos, un caso de violencia digital de género también es lo que llaman el CIBERACOSO, que fue lo que le pasó a una compañera de trabajo que terminó una relación de 5 años con su ex pareja. El hombre le mandaba constantemente mensajes de amenazas si no regresaba con él por todas las redes sociales que podía, a lo que mi compañera procedia a bloquearlo, sin embargo éste de creaba perfiles falsos para seguir acosandola.

Esto provocó que mi compañera se sintiera insegura y aislada de todos por temor a que su ex pareja la encontrase.

Creo que todo en redes sociales esta basada en una violencia de genero, usualmente se ve comentarios negativos a errores de mujeres, y cuando se trata de varones, invisibilizan el problema.

Un saludo a todas, todos y todes. Una constante en redes sociales y plataformas de mensajería instantánea respecto a la imagen de las mujeres que se desenvuelven en puestos políticos es el mal contenido que se esfuerza en cosificarlas sexualmente, esto lo hemos visto con, por ejemplo, Jeanine Añez y Eva Copa, cuando circularon imágenes donde aparecían otras mujeres semidesnudas, aparentemente iguales físicamente a ellas, desatando comentarios profundamente misóginos y racistas de usuarios/as que hablaban de sus cuerpos e intentaban denigrarlas aludiendo que ejercían la prostitución, además de juzgarlas por no cumplir los mandatos de una “mujer respetable”. Eso no pasó, por ejemplo, con otros varones que tenían una alta imagen pública, como Juan Ramón Quintana o Carlos Mesa.

Un caso que pude presenciaren toda mi estancia internet es el cyberbullyng, acoso y doxing a subgrupos urbanos y personas que simplemente estaban de paso. En la red Social Reddit tengo el registro de una persona cuya opinion fue mal interpretada màs tarde tachándolo del grupo y filtrando números, direcciones, cuentas, fotografías y demàs. Este caso no ha discriminado ni a varones ni a mujeres.

El caso de Roro-Chan (Suicidio) aunque es un caso totalmente distinto al de la coyuntura boliviana hay ciertos rasgos y elementos comunes que tarde o temprano se van a manifestar en el espacio virtual

La violencia digital de género se presenta mayormete en redes sociales o juegos en linea, allí juega un papel importante el anonimato o el estar bajo un seudónimo, personalmente no sufrí algún caso de violencia digital, pero hoy en día es muy común verlo en las noticias grooming, acoso digital, ciberbullying etc.

Me gustaría compartir algo que nos pasó como Red de Periodismo Feminista. Nuestro trabajo es voluntario y en varias ocasiones no podemos defendernos o controlar los mensajes que llegan a nuestras redes sociales cuando hacemos publicaciones. Es usual que recibamos ataques de perfiles anónimos y con términos como “feminazis” o “locas”, pero lo que me llama la atención es que esos ataques también pueden venir de otras compañeras.
En una oportunidad compartimos una actividad que incluía la participación de dos hombres. Los términos de ataque estaban relacionados a que les dábamos mucha importancia siendo que esa era la primera actividad en la que les incluímos. Entonces no hubo una revisión de nuestro trabajo global sino un ataque por un hecho puntual asumido como un todo (también hubo críticas hechas desde el respeto).

En 2013, Ana María Flores, una joven de 22 años, fue asesinada por su pareja sentimental en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. El agresor, identificado como Juan Carlos Medina, había sido denunciado previamente por Ana María por violencia doméstica y amenazas.
Ana María había denunciado a Juan Carlos en varias ocasiones por violencia física y emocional
Este caso es un ejemplo trágico de la violencia de género en Bolivia y la necesidad de acciones efectivas para prevenir y erradicar esta violencia.

En 2013, Ana María Flores, una joven de 22 años, fue asesinada por su pareja sentimental en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. El agresor, identificado como Juan Carlos Medina, había sido denunciado previamente por Ana María por violencia doméstica y amenazas.
Ana María había denunciado a Juan Carlos en varias ocasiones por violencia física y emocional
Este caso es un ejemplo trágico de la violencia de género en Bolivia y la necesidad de acciones efectivas para prevenir y erradicar esta violencia.

Buenas tardes para todos
En 2024 una adolescente fue agredida por las redes sociales por su novio, ya que su novio no acepto que terminarán y subió fotos de ella semidesnuda poniendo en riesgo su vida dela chica, la justicia no hizo nada por qué lo hallaron de caso menor, las consecuencias de esto fue que la chica fue puesta como una chica que se entregaba fácil a los hombres a mandar foto así.

Usemos concientemente las redes sociales no hagamos daño, tanto hombres como mujeres . Aprendamos a usar las redes para cosas buenas y productivas.

El caso de Chrissy Chambers probablemente marco un precedente en la historia del internet. La youtubera Chrissy Chambers demando a su ex novio por la publicación de videos íntimos de ambos. Todo comenzó el 2013 cuando uno de sus seguidores le comunico que estaba circulando material que podría perjudicarla en internet. Dicho material estaba enlazado a vínculos que aparecieron por todo su canal de YouTube decían cosas como: “¿Crees que Chrissy Chambers es un ejemplo a seguir? En verdad es una p*, mira estos videos”. Su ex novio filmo sin consentimiento imágenes intimas de la muchacha y las subió a una pagina de pornografía con el nombre completo de la joven. Habría que agregar que Chrissy no había salido del closet como lesbiana en ese entonces y mantenía relaciones con un hombre británico.

Este hecho afecto la relación que mantenía con su novia y derivo en problemas psiquiátricos como Trastorno de Estrés Postraumático, Depresión y Ansiedad. Pero a pesar de ello decidió presentar una demanda en tribunales británicos contra su ex pareja. Demanda que gano y que dicto una compensación económica a Chrissy, además de recibir una disculpa del demandado y los derechos de autor del material intimo.

Este es un caso de algo que se conoce como “pornovenganza”

Tu foro

Una mujer comparte fotos íntimas con su pareja, quien luego decide difundirlas sin su consentimiento en redes sociales. Esto resulta en acoso y hostigamiento, afectando gravemente su salud mental y reputación.

El caso de violencia digital de género que describiré se trata de una persona adulta cuyo matrimonio culminó hace más de tres años, lamentablemente el hecho no ha sido bien tomado por la ex pareja, de modo que aprovechando que este personaje es público y tiene una carrera relevante se ha dado a la tarea de intervenir en diferentes espacios tecnológicos que tiene a disposición, dándose a la tarea de insultar, amenazar y menoscabar su dignidad, honra y profesionalismo a través de mensajes de texto, comentarios e incluso audios.

Al intentar denunciar estos hechos se ha chocado con la falta de normativa que le permita acogerse a algún tipo penal, pero lamentablemente no ha sido valida su denuncia y aún para un juicio se ha identificado la afectación como incipiente, por.lo que permanente restringe su cuentas y no disfruta de su libertad de uso y manejo de tic’s.

¡Saludos!
Respecto a la mención de un caso de violencia de genero en redes sociales. Voy a mencionar sobre el control que sobrepone una persona sobre otra en una relación, cuando esta es celosa y continuamente revisa las redes sociales de su pareja y si algo no le agrada de las publicaciones o reacciones que resiva su pareja, puede dejar comentarios pasivoagresivos, comentarios agresivos o incluso derivar a una discusión o pelea, ya se de manera fisica o digital, lo cual genera más violencia.

Hola a todxs!

En esta ocasión, quiero recordar el caso de una influencer boliviana, Albertina Sacaca. Hace un tiempo, se viralizó un audio de contenido sexual en el que se afirmaba falsamente que era de ella. Este incidente afectó profundamente a Albertina, quien, aunque desmintió la veracidad del audio y expresó el dolor que le causaba la situación, continuó siendo objeto de burlas. Muchos “haters” persistieron en mofarse de ella, publicando comentarios groseros y etiquetándola en videos que contenían el audio. Debido a este acoso y al impacto de los rumores, Albertina decidió retirarse temporalmente de las redes sociales.

Esto me hizo reflexionar sobre cómo el desprecio hacia una figura pública puede llegar al punto de difamar utilizando contenido sexual, cuyo origen es incierto, y sobre cómo algo tan íntimo como la vida personal de una figura pública puede ser empleado en su contra, atentando contra su integridad y respeto. Tanto hombres como mujeres, incluyendo varias personas influyentes en redes sociales, se aprovecharon de esta situación para burlarse de ella y generar contenido sensacionalista.

No entiendo a los desubicados que mandan fotos de sus geniales en facebook o cualquier otra red social. Así también, a los viejos que están acosandos a niñas. Antes tenía mi número de celular público en facebook y me llamaban viejos asquerosos. Después aprendí a que se puede configurar en privado y demás.

Un caso de violencia digital fue el caso de una de mis compañeras de la secundaria, cuando ella tenía un novio, desarrollaron una relacion sexual de forma digital pues intercambiaban fotos y comentarios subidos de tono por medio de la red social facebook, una vez ella terminó con él, su ex novio subió esas fotos y comentarios en un foro el cual compartió su usuario, llegaron a acosarla diciendole insultos y también proponiendole encuentros sexuales, situación que la llevó a cerrar su cuenta y no querer volver a crear otra.

No eh visto de cerca un caso de Violencia Digital pero si eh escuchado muchos, por ejemplo que muchas compañeras activistas sufran de acoso en RRSS, o de la misma comunidad LGBTI

Creo que los casos más cercanos que tengo, son uno donde mediante mis redes sociales, dónde compartía videos y demás, personas protegidas bajo el anonimato de esa red, empezaron a dejar comentarios ofensivos e insultos, esto en una época donde las redes no monitoreaban esto por lo que cualquier mensaje era dejado y no sancionado. Hablando de violencia de género, en la red ya borrada “Kwai” se veían un montón de comentarios machistas e incluso ignorantes pues en un vídeo específico donde un tren chocaba contra un auto que se atravesó y la conductora del tren era mujer, los comentarios estaban llenos de hombres alegando que por esa razón las mujeres no conducen. Y ni hablar de la señalización que hay en estos sitios donde colocan imágenes obscenas de mujeres con tal de tener más vistas y atención

exponer mi propio caso, por una colega que era una mentirosa y no tenia carnet de identidad, se las arreglo para abusar de mi amabilidad y recomendacion, no confiar en nadie, al denunciarla ya tenia un antecedente pero a nombre de su tio. la justicia no existe en Bolivia.

Tengo una historia anecdótica, de una amiga que tuve que para protección de su identidad, le llamaremos “Laura”, Ella siempre había tenido una personalidad abierta, compartiendo su vida en redes sociales con todo tipo de fotos. Mostrando sus logros académicos, laborales, momentos especiales con amigos y viajes pero los problemas comenzaron cuando tuvo su ruptura amorosa de una relación que ella consideraba “estable”.
Al principio, la expareja de “Laura” pareció aceptar la separación. Pero, a medida que pasaban los días, Laura comenzó a recibir mensajes inquietantes: comentarios sarcásticos en sus publicaciones, insinuaciones que la dejaban inquieta Un día, Laura por casualidad, descubrió que su expareja había compartido en línea fotos privadas que ella había enviado en confianza.
Su expareja no solo difundía imágenes íntimas, sino que también manipulaba conversaciones, creando falsos relatos que la hacían ver como la culpable de todo. Comentarios malintencionados comenzaron a aparecer en sus redes sociales, algunos provenientes de personas que ni siquiera conocía. El acoso digital se volvió insostenible.
Fue allí, cuando vi el poder de las redes sociales, Laura, una amiga que había considerado estable, se sentía cada vez más aislada. tenia mucha ansiedad social, afectando su rendimiento académico y sus emociones. Tardíamente ella, borró todas sus redes, incluso cambiando de números y excluyendo contactos, que hasta el día de hoy no sé si llegan afectarle, pero al menos sé todos podemos ser ella o poder caer en el acoso digital.
La historia de ella, me enseñó que la violencia digital puede ser devastadora, pero también resalta la importancia de buscar ayuda y apoyo, aunque el daño pueda parecer invisible, sus efectos son muy reales y que cada uno de nosotros tiene el derecho a vivir sin miedo en el mundo digital.

Un caso común que puede ilustrar la violencia digital de género es Karen, una mujer jóven de veintiún años que fue víctima de violencia digital después de terminar una relación romántica. Karen había estado saliendo con alguien durante varios meses y le había enviado fotos y videos íntimos. Sin embargo, cuando terminó la relación, dejó en claro que no quería volver con su expareja. A pesar de esto, su expareja no aceptó y, con el pretexto de la venganza, continuó presionándola y amenazándola con difundir las imágenes que le había confiado. En su lugar de trabajo, la violencia digital aumentó cuando Karen comenzó a salir con otra persona. Su expareja creó varios perfiles falsos en las redes donde subió todas las fotos de Karen sin su consentimiento y le escribió mensajes ofensivos y de manipulación emocional sobre la traición y la humillación. ¿Además, compartió el número de su teléfono en varias plataformas? lo que llevó a desconocidos a enviarle mensajes inapropiados. Finalmente, Karen no pudo soportar la presión y sufrí problemas de salud mental como ansiedad, vergüenza y depresión. Temió por su seguridad pero no se animó a contárselos a su familia ni a sus amigos cercanos. En la universidad, sus compañeros también se enteraron de mi situación y ella se sintió insegura y asustada en lugares públicos y digitales. Junto con la organización de “Privacy International; logró llevarlo a los tribunales locales, donde finalmente se le calificó como un caso de pornografía no consentida

Con respecto a este tipo de violencia se vio un caso en Corea del sur donde un grupo de hombres estadaba a chcias pidiéndoles fotos íntimas bajo amenaza de mostrar esas fotos identificadolas ya que habian robado sus datos por medio de malware w les habían isntalado en sus celulares le llevó varios días a la policía encontrar a los responsables ya que usaban telegram y también como el padre de ese muchacho tenía un lugar donde se reciclaba celulares y todo tipo de aparatos de este tipo entonces usaba varios de estos para despistar, creo que es importante considerar este tipo de violencia.

Recuerdo alguna ocasion que tuvimos un problema de ciberbullyng, generado por los mismos estudiantes hacia sus compañeras; el caso en especifico fue que una estudiante tomaba fotos a sus compañeras cuando las mismas hablaban con sus compañeros varones, para posteriormente editarlas con frases de insinuacion de parejas, palabras despectivas y luego subirlas a una cuenta de instagram; afortunadamente para este caso las aulas tenian camaras de seguridad y se pudo rastrear e identificar quien era, y ya finalmente se llamo a los padres de la misma.

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comparto u caso de una amiga, que mantuvo una relación con alguien que conoció por facebook, al principio todo parecía andar de maravilla y luego de un par de meses se dio cuenta que el tenia otras varias relaciones en paralelo, motivo por el cual ella termino con el, pero lamentablemente el expuso fotos y cosas privadas de ella en sus redes por vengarse.

Buenas noches:
Cuando alguna persona para desacreditarte, expone tus fotos y comentarios que realices en tu perfil de facebook y los lleva a la plataforma de whatsapp, las edita y cambia el contexto de las mismas.

Considero que una de las situaciones de violencia digital es grabar sin tu consentimiento que afectan tu privacidad mellando tu imagen para beneficios de terceros.
Existen varios casos de violencia política de manera física que genero violencia digital ya que mediante las redes sociales generaron vitalización de acoso mediante uso de memes que afectaron la integridad de varias compañeras.

Un ejemplo de violencia digital de género es el ciberbullying que sufrió la hija de
Franco Escamilla, Azul. Franco Escamilla, un comediante mexicano, realizó,
en varias ocasiones, rutinas de “humor” en las que se burla de las personas con
sobrepeso, lo que ha sido criticado por sus comentarios gordofóbicos. Después
de la celebración de los 15 años de su hija Azul, se viralizó un video en el que la familia estaba divirtiéndose en la fiesta. Este video se hizo viral porque toda la
familia nuclear de Azul tenía sobrepeso y las opiniones surgieron desde
diferentes espacios, medios, y personas. Principalmente, en un principio, hubieron personas que atacaban a Azul y se justificaban diciendo que su padre había hecho lo mismo. Sin embargo, ella resultó el primer blanco de comentarios violentos por ser mujer y joven.

Una mujer decio iniciar una relación sentimental con un hombre que le aseguró era soltero y sin compromiso, porque hacía poco tiempo había terminado una relación, le presento a sus familiares, amigos y la involucro en su vida.
Sin embargo este hombre tenía un ramillete de mujeres con las que salía y definitivamente no había terminado la relación con su pareja, una mujer que por celos rabia y dolor, empezó a acosarla tomó las fotos de su Facebook y creo alrededor de 8 perfiles falsos consiguió su número de teléfono y la llamada de día y de noche para insultarla y alejarla

Un caso fue: José Miguel Zárate, fue acusado de los delitos de amenaza, extorsión, sabotaje informático y difusión sin consentimiento de imágenes íntimas respecto de más de 18 mujeres chilenas residentes en diversas ciudades del país.

Los hechos imputados consistían en que el imputado tomaba contacto con las víctimas a través de un emprendimiento de desayunos sorpresa, de esa forma, hackeaba sus redes sociales, las capturaba, extraía las fotografías íntimas que encontraba y luego amenazaba a las víctimas condicionando la devolución de las cuentas a la entrega de más fotografías íntimas, luego divulgaba las fotografías entre los contactos de las mujeres vulneradas. José Miguel Zárate fue sentenciado a cuatro años de libertad vigilada por delito informático y amenazas condicionales.

Imaginemos el caso de Ana, una mujer boliviana de 27 años que vive en una zona periurbana de El Alto, donde el acceso a servicios básicos y a oportunidades de empleo es limitado. Ana trabaja en un mercado local como vendedora ambulante, generando un ingreso mínimo que destina a su familia. Desde hace cinco años, Ana mantiene una relación con Carlos, un hombre de 35 años que trabaja de forma intermitente en la construcción. La falta de ingresos regulares y la inseguridad laboral de Carlos crean un ambiente de tensión constante en el hogar, y los conflictos por la distribución de gastos y responsabilidades son frecuentes.

Carlos, influenciado por un entorno donde las creencias patriarcales y la dependencia económica de la mujer son comunes, ejerce control sobre Ana, limitando sus movimientos y decidiendo cómo puede gastar su dinero. Esta dinámica de control financiero ha escalado hasta la violencia física y emocional: Carlos ha golpeado a Ana en varias ocasiones, especialmente cuando siente que su autoridad se cuestiona o cuando enfrenta periodos de inestabilidad laboral. A pesar del sufrimiento, Ana no se atreve a denunciar a Carlos, ya que teme ser juzgada por su comunidad, donde los estereotipos de género y las normas sociales minimizan o normalizan la violencia dentro del hogar.

Ana se siente atrapada, sin acceso a una red de apoyo que le permita salir de esta situación. Su baja independencia económica y la ausencia de recursos de protección en su comunidad, junto con el estigma social, le impiden tomar acciones legales o buscar ayuda. Los servicios de asistencia para víctimas de violencia de género en su zona son escasos y de difícil acceso, además de que, en ocasiones, las autoridades subestiman o desestiman las denuncias de violencia intrafamiliar.

Este caso refleja cómo la violencia de género en Bolivia no es solo un problema individual, sino una realidad anclada en factores socioeconómicos, falta de oportunidades y normas culturales que perpetúan la dependencia y el control sobre las mujeres. Sin una intervención integral que incluya educación, empoderamiento económico y fortalecimiento de los servicios de protección y justicia, casos como el de Ana continúan en un ciclo de violencia y marginación.

Hace un año leí la información de un caso de violencia digital que fue perpetrado por un ex estudiante del Instituto Politécnico Nacional de México, quien aprovechando sus conocimientos descargo sin autorización fotografías de alumnas del instituto y las modifico con sistemas de inteligencia artificial (IA) para venderlas como contenido explícito a través de plataformas digitales.
Lo que me sorprendió fue que el mismo artículo de prensa menciona que en la tablet del acusado se encontró
más de 20,000 fotografías intervenidas con IA sin el consentimiento de las víctimas. Y que este contenido era vendido por canales privados como Telegram entre otros.
Todo esto me lleva a preguntarme si en nuestro país está pasando cosas similares y si las autoridades correspondientes tienen los mecanismos para evitar todo esto.